El miércoles 17 de febrero, el hombre que es capaz de anunciar el despido de cinco trabajadores de una vez sin inmutarse, es decir, don david Doménch Pérez, ha recibido al primer presidente de la Generalitat Valenciana de la historia que ha tenido que declarar en un juzgado por corrrupción.
Francisco Camps ha venido a hacer aquello que tanto gusta a los direigentes del PP, inaugurar unas obras, en este caso las del "Lugarico Viejo", entre otras. Por ello, cual película berlanguiana, el Ayuntamiento ha pintado y adecentado las casas y ha invitado telefónicamente a los presidentes de las asociaciones para que le rindan pleitesía.
No importa que el dinero de esas obras no haya sido pagado a las empresas o que muchas calles de la zona no hayan sido arregladas, lo que importa es realizar un evento.
Mientras un grupo de trabajadores del Ayuntamiento están a punto de ser despedidos, ellos han realizado su acto, han cortado su cinta, han dicho unas palabras contra ZP y se han ido a comer con el dinero del contribuyente. Para ello se ha montado una carpa en el Pino Bay cuyo precio asciende al menos a 30 mil euros. Quizás sólo ha faltado la bendición de un cura. o quizás no.
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