La noche del 17 de agosto se declaró un incendio en el portal de la vivienda de Raimundo Tarín, por motivos que todavía no han sido esclarecidos. En el momento del suceso no se encontraba nadie en el interior de la residencia; y los vecinos, alertados por el humo, sofocaron las llamas y alertaron a las autoridades.
Entre otras hipótesis, se baraja la represalia política, dado que la deflagración coincide con la difusión de un panfleto socialista que informaba de la “desorbitada” subida de los salarios del Secretario y la Interventora del Ayuntamiento; así como, del “espectacular endeudamiento actual del ayuntamiento, que contrasta con el superávit que habían dejado los socialistas”. Asimismo, se considera la autoría de unos gamberros o algún perturbado.
Tarín declara que ha denunciado los hechos ante la Guardia Civil y lo ha puesto en conocimiento de los responsables del ayuntamiento “para que dispongan las medidas pertinentes a fin de que sucesos de estas características no se extiendan y acaben afectando a cualquier chestano”. En caso de confirmarse la hipótesis de la represalia política, Tarín calificaría de “mafiosos” a los autores y condenaría enérgicamente cualquier intento de acallar la libertad de expresión.
Entre otras hipótesis, se baraja la represalia política, dado que la deflagración coincide con la difusión de un panfleto socialista que informaba de la “desorbitada” subida de los salarios del Secretario y la Interventora del Ayuntamiento; así como, del “espectacular endeudamiento actual del ayuntamiento, que contrasta con el superávit que habían dejado los socialistas”. Asimismo, se considera la autoría de unos gamberros o algún perturbado.
Tarín declara que ha denunciado los hechos ante la Guardia Civil y lo ha puesto en conocimiento de los responsables del ayuntamiento “para que dispongan las medidas pertinentes a fin de que sucesos de estas características no se extiendan y acaben afectando a cualquier chestano”. En caso de confirmarse la hipótesis de la represalia política, Tarín calificaría de “mafiosos” a los autores y condenaría enérgicamente cualquier intento de acallar la libertad de expresión.